Originalmente publicado el 6 de Octubre, 2006 por Fernando Celis
«Necesitamos motivar al personal» es un mantra que se repite en el mundo corporativo, una y otra vez, sobre todo en momentos de cambios profundos. El reto es enorme ya que la decisión de motivarse no debe depender de un factor externo, depende de cada uno. Para mí, la motivación parte del principio de servir al participante para que pueda aprender a replicar un estado de desempeño óptimo en cualquier momento. Debemos aprender los diferentes factores que, como bloques «lego», nos permiten entrar en esa dimensión de intensa emoción que llamamos MOTIVACION.
Todos nos movemos por emociones. La motivación es el resultado de una emoción. La desmotivación es el resultado de una emoción. Uno puede intelectualizar un plan elaborado para llegar a obtener exactamente lo que uno quiere, pero una vez que las emociones intervienen, los cables se cruzan; nos dejamos afectar por problemas, y sin una herramienta que nos permita mantener la emoción necesaria para generar acciones proactivas hacia el resultado final, es imposible llegar a la meta, o llegaremos, pero con un costo emocional muy alto: los efectos del stress.
Emoción sería entonces la fuerza vital, el resultado de ver las cosas como son, no peor de lo que son, y luego visionar la situación mejor de lo que está, para el beneficio de todos. Como líderes, no sólo debemos mantener este enfoque hacia el logro de resultados, sino utilizar nuestra pasión para inspirar a otros a lograr resultados extraordinarios. A veces es difícil con tantos cambios que se nos presentan a diario, sin embargo, sólo abrazando el cambio obtendremos la claridad para crear la mejor solución.
Cuando las personas dejan de lograr un objetivo, buscan una excusa que permita justificar la situación en que se encuentran. Todo es culpa de mi jefe, o mi familia, o el vecino, o el gobierno, o mis padres, o del perro, o el ambiente, la lista continúa. Lo cierto es que esos pueden ser factores pero no son el factor definitivo. Todo depende de aquello a lo que usted enfoca su atención. ENFOQUE Nuestro enfoque determinará aquello a que le vamos a dar algún significado. El significado que le damos nos impulsa a tomar acción. Podemos enfocar nuestra atención a lo que nos detiene o a lo que nos impulsa. Esto nos permite decidir que hacer, que acción vamos a tomar, o como vamos a reaccionar. Son nuestras decisiones en momentos críticos las que producen resultados sorprendentes, y esa emoción generada por un código de valores y creencias alineadas con el alcance de nuestros objetivos es lo que MUEVE hacia la motivación.
Nuestras decisiones pueden definir nuestro destino aún en circunstancias que pareciesen imposibles resolver. Un joven decide colocarse frente a un tanque de guerra en la Plaza Tiananmen de Beijing y cambia la percepción de millones de personas. Un humilde empleado del Metro de Caracas decide trabajar con excelencia en los talleres del ferrocarril y como resultado del trabajo impecable es enviado a los talleres de ferrocarril en Lyon, Francia. Lance Armstrong, al recibir la noticia que tiene cáncer testicular, decide esforzarse mas para ganar el tour de France, y convertirse en el mejor ciclista del mundo!
Una excelente forma de mantener su enfoque es utilizar el poder de las preguntas? Permitir que nuestro propio cerebro encuentre las respuestas por si solo. Nos realizamos preguntas a diario, y éstas controlan nuestro enfoque, nuestros pensamientos y nuestras emociones. Realizar las preguntas correctas cambiaron mi vida, estando en situaciones difíciles en el exterior me preguntaba: porqué me sucedió esto a mi? y también: por qué me hicieron esto? Tuve que comenzar a plantearme otro conjunto de preguntas que me ayudasen a conseguir resultados y rápido, aquí le envío parte de esa lista:
Que estoy aprendiendo de éste problema?
Que estoy dispuesto a hacer para que las cosas sean como yo quiero?
Que comportamientos estoy dispuesto a eliminar para llegar a mi meta?
Cómo puedo disfrutar al máximo cada momento en éste período de logro?
Al tomar acción hacia los resultados, comenzamos a sentir más energía, comenzamos a conseguir respuestas y esto se traduce a eso que llamamos motivación, y con eso la capacidad de enfrentar cualquier reto y lograr cualquier cosa, atrayendo las condiciones que permiten manifestar su propósito esencial.